La Prevención del Suicidio a Través del Deporte: La Iniciativa de “Elijo Creer” -

En un mundo donde la salud mental es cada vez más reconocida como un pilar fundamental del bienestar, Maico Navarrete titular de “Elijo Creer”, ha compartido en una reciente entrevista cómo su organización está utilizando el deporte como una herramienta efectiva para la prevención del suicidio.

“El deporte es una poderosa forma de conectar a las personas y fomentar un sentido de pertenencia”, afirma Navarrete. Consciente de que muchos jóvenes enfrentan desafíos emocionales significativos, “Elijo Creer” ha diseñado actividades deportivas que no solo promueven la salud física, sino que también crean un espacio seguro para la comunicación y el apoyo mutuo.
La organización lleva a cabo torneos y encuentros deportivos, que van más de lo competitivo, sino que también se transforman en oportunidades para generar diálogos en torno a la salud mental y la importancia de buscar ayuda. Navarrete enfatiza que “la visibilidad y la conversación son clave”. En estos espacios, se abordan temas como la ansiedad y la depresión de manera abierta, desafiando el estigma que a menudo rodea estas condiciones.

“Elijo Creer” también se enfoca en la formación de entrenadores y líderes comunitarios para que puedan reconocer señales de alerta en los jóvenes. “Es crucial que quienes están al frente de las actividades deportivas puedan identificar cuándo alguien está pasando por un momento difícil”, comenta Navarrete. Estos líderes reciben capacitación en primeros auxilios emocionales y en la promoción de un entorno de apoyo.

La labor de “Elijo Creer” es un recordatorio de que, a través del deporte y la comunidad, se pueden construir redes de apoyo que salvan vidas. El mensaje de Maico Navarrete es claro: “No estamos solos en esto; juntos podemos hacer la diferencia”. Invita a todos, desde deportistas hasta familias, a involucrarse y ser parte de esta importante causa en donde el compañerismo y el apoyo emocional pueden marcar la diferencia entre la desesperanza y la vida plena.